Nacemos de la práctica diaria entre estudio, fábrica y obra. Tras años lidiando con geometrías complejas, coordinación BIM y prefabricación, vimos lo que de verdad marca la diferencia: ordenar procesos, fijar tolerancias y planificar el montaje. Ese aprendizaje de campo con personas, tiempos y presupuestos reales, es nuestro punto de partida.

Entre el plano y la obra se pierde demasiada energía: cambios tardíos, decisiones sin datos, logística improvisada y costes que se disparan. Y, al mismo tiempo, estigmas sobre “lo modular” que no ayudan. La idea surge ahí: estandarizar lo repetible y proteger lo singular, para que cada proyecto conserve su identidad sin sacrificar plazo, coste ni calidad.

Hoy operamos como equipo de I+D y consultoría técnica aplicada: leemos planos y modelos, optimizamos sistemas y layouts, conectamos diseño con fabricación y montaje y medimos impacto (tiempo, coste, CO₂) para reducir incertidumbre. Trabajamos con arquitectos, promotoras e industriales, entregando pilotos y metodologías que se puedan ejecutar. Nuestro rumbo es claro: escalar hacia soluciones end-to-end, con más capacidad de ejecución y el mismo rigor en resultados medibles.